Este artículo lo escribí el 3 de diciembre de 2005 cuando abrí un blog sobre tecnología llamado “exodo31.net”. Para entonces llevaba algunos años ya de haberme involucrado en la publicación de sitios web y para ese punto ya estábamos dentro del uso de los blogs. Cuando publiqué esto, lo hacía desde un WordPress recién instalado, mismo que comenzaba a probar, seguramente la versión 2.0 “Duke”. Sobra decir que, desde entonces, las cosas han cambiado mucho. Simplemente, cuando escribí dicho artículo hablaba de 1995 desde el año 2005; habían transcurrido 10 años. Hoy son ya 15 años de haberlo publicado y 25 de lo que observaba y por más que sintamos que fue hace poco, 15 años son muchos en realidad.
En ese momento éramos 1,000 millones de personas conectadas a internet, mientras que hoy somos más de 4,540 millones, más del 59% de la población mundial. Ese crucial momento en que escribí lo que sigue, era un tiempo sin redes sociales (mis conocidos tenían metroflog), sin streaming, apenas sin Youtube (inició ese año apenas, un par de meses después), sin podcasts y sí, sin Spotify, Netflix o WhatsApp; un mundo sin iPhone, sin Android, sin redes celulares 5G y sí, para entonces ya se había librado una breve pelea contra el Coronavirus, en su variante SARS-CoV. Aun así, el mundo parecía brillante y, el futuro, prometedor. Vale la pena leer, desde nuestra perspectiva actual, lo que pensaba del pasado y el momento que entonces veía como presente. Haré comentarios tachados.
La historia de nuestro blog
Sábado, diciembre 3, 2005
Bueno, antes que nada y para comenzar sensatamente, deseo contar algo que a muchos hará sentir cierta nostalgia. Hace años, en 1996, después de haber conseguido un disco de prueba de software, de esos que vienen en las revistas de PCs (
venían, hoy, 2020, esas revistas ni existen), instalé en la Compaq Presario 4126 de mi trabajo un pequeño pero poderoso programa llamado “Hot Dog Pro”. Con esa ayuda y un poco de trabajo (con bastante ignorancia de por medio), además de un acceso (gratuito) a Geocities, tuve mi primera intervención en el mundo de la web.
En ese mundo renuente en muchos casos a la expansión de la tecnología, se llamaba a la internet “supercarretera de la información”. Grandes compañías como “Compuserve” ofrecían accesos a sus propias redes privadas, con correos electrónicos que eran más parecidos a combinaciones de cajas fuertes que a lo que hoy tomamos por correo. Los teléfonos celulares eran pesados y soportaban sólo llamadas análogas, las laptops ni tenían el poder, ni la capacidad de conexión inalámbrica de hoy (
jajaja, ¡oilo!). Las LAN eran cosa complicada (ni soñar las WiFi de ahora que se instalan en 10 minutos), por mucho, y los protocolos para formarlas eran confusos (sin contar con las horas poniendo cables coaxiales). Microsoft, que un año antes nos había “apantallado” con Windows 95, ahora nos tenía cansados de mirar ese tono azul matapasiones de sus dichosas y ahora menos comunes pantallitas del terror. Mac aun no estrenaba esas maravillas felinas de su OSX (porque no existía) que ahora los PCros emulamos con Widgets, toolbars, skins y demás. El mp3 aun no era lo que es hoy (y eso que no conocíamos Spotify) y quemar un CD era cosa de mucho dinero y tiempo.
Hoy hacemos sitios web como invitaciones a la fiesta de nuestro hermano, cambiamos skins según el estado de ánimo, enviamos mensajes de dos vías desde el baño (¡Oye! ¡No hay papel!) y tomamos fotos con celulares, videos y tenemos cámaras digitales que nos permiten hacer miles de experimentos de imagen. Nadie, y destaco, nadie está lejos de nadie. Estamos esperando Wimax (
nunca llegó, pero ahora tenemos 5G, si es que algún ignorante no quema una antena), TV en celulares (no llegó, pero tenemos Netflix y Youtube), baterías para laptops más durables (no llegaron muy lejos, seguimos esperando), que nuestros PDAs se conviertan en teléfonos y nuestros teléfonos en PDAs (esto sí que sucedió y como revolucionó todo) . Tenemos minicomputadoras hasta en los calcetines (entiéndase iPod) y las usamos para oír música, llevar fotos y videos. Cualquiera produce radio y TV para broadcasting por la web (era complicado, pero así se inició el streaming en tiempo real).
Por eso, ahora, con unos cuantos clics y sin mucho esfuerzo, abrimos en Éxodo 31 nuestro blog, para informar y comentar de lo que está abordando un mundo, aún lejos, pero cada día más cerca de llenarse de tecnología. Bienvenido y ojalá te sirva.
Es necesario decir que el blog no continuó porque tenía un sobre exceso de blogs en ese momento y, pagar todos esos dominios y hospedajes, tener tiempo para producir material y todo ello sin un buen plan de monetización siempre fue complicado. Sin embargo, siempre tuve un blog personal y lo seguiré temiendo; de algún modo, es indispensable precisamente para mantener la memoria de las cosas, las cuales cambian y seguirán así mientras vivamos en esta tierra (si es que el 2020 no tiene más planes malvados).