La ves y da miedo, al mismo tiempo que confianza. Su voz es alegre, pero imponete, fríamente tibia, cómodamente incómoda. Es como su pintura, reverencial y profana. Si se pudiera representar la palabra oxímoron con una pintura, bien podría ser una realizada por ella. Detallista y plena, usa el poder de su creatividad para transformar cuerpos con laboriosas trazas artísticas tan efímeras como los suspiros y las admiraciones, esas que arranca el trabajo terminado puesto sobre la piel de sus modelos.
Es pintora, pero también trabaja principalmente en el fugaz destello del Body Art, una expresión que puede ocupar de 3 a 9 horas en desarrollar (sin contar bocetos o pruebas) y que desaparecerá en pocos minutos para que sólo se vea un lapso muy breve. Sus pinturas en óleo y acrílico son mucho más perdurables, pero aún así, es más conocida por esos trabajos que realiza en la piel humana.
Mucha gente ve cuerpos, formas y siluetas. Un ojo enamorado del arte verá sombras, claro obscuros, contrastes, tonos, líneas sinuosas, texturas peligrosas y vacíos llenos de existencia. Este es el trabajo de Darcy Santos y lo traemos en exclusiva para que se sepa hoy en Xalapa y siempre en todo el mundo, que el arte crece de forma permanente hasta en sus formas más efímeras de la mano de esta maravillosa artista.
